
Director: Juan José Campanella
Guión: Juan José Campanella; basado en la novela de Eduardo Sacheri
Reparto: Ricardo Darín, Soledad Villamil, Guillermo Francella, Pablo Rago, José Luis Gioia, Javier Godino y otros
Música: Federico Jusid y Emilio Kauderer
Duración: 127´
País: Argentina
Año: 2009
Benjamín (Darín) acaba de jubilarse de su trabajo en Tribunales y ha decidido gastar su nuevo tiempo libre escribiendo una novela sobre uno de los tantos casos en los que trabajó, pero uno de los pocos que lo marcó para siempre: la violación y asesinato de una mujer y la persecución de su asesino. Para ello, se reencuentra con su ex jefa y amor imposible Irene (Villamil), quien lo ayuda a desenterrar recuerdos sobre el caso.
El secreto de sus ojos puede abordarse desde tres géneros distintos. El primero, obviamente, es el policial; lineal y sin giros de tuerca, la historia de Sacheri se desarrolla en un mar de burocracia, tratos sucios y dilemas éticos que aparecen cuando uno menos se lo espera. Por otro lado, en la primera mitad de la película se enfoca más la parte cómica de la historia; o mejor dicho, la relación entre el personaje de Darín y el de Francella (irreconocible!) da espacio para el humor en el relato, mientras que en la segunda mitad se destaca un poco más el costado romántico del asunto.
Lo que sí sobresale en toda la película, en cada plano y cada diálogo, es la mano maestra que tiene Campanella para retratar lo cotidiano, lo costumbrista, la realidad argentina de una clase media ya casi en extinción. La sinceridad de su cámara es acompañada de manera insuperable por el realismo que le imprime cada miembro del elenco a su personaje correspondiente, y una banda sonora que se deja escuchar con gusto cuando es necesitada.
Sorprendió a todos ganando el Oscar a Mejor Película Extranjera, la segunda cinta argentina en ganar el premio después de La historia oficial.
Trailer
Fuente: IMDb
Cartel: Demasiado cine
El secreto de sus ojos puede abordarse desde tres géneros distintos. El primero, obviamente, es el policial; lineal y sin giros de tuerca, la historia de Sacheri se desarrolla en un mar de burocracia, tratos sucios y dilemas éticos que aparecen cuando uno menos se lo espera. Por otro lado, en la primera mitad de la película se enfoca más la parte cómica de la historia; o mejor dicho, la relación entre el personaje de Darín y el de Francella (irreconocible!) da espacio para el humor en el relato, mientras que en la segunda mitad se destaca un poco más el costado romántico del asunto.
Lo que sí sobresale en toda la película, en cada plano y cada diálogo, es la mano maestra que tiene Campanella para retratar lo cotidiano, lo costumbrista, la realidad argentina de una clase media ya casi en extinción. La sinceridad de su cámara es acompañada de manera insuperable por el realismo que le imprime cada miembro del elenco a su personaje correspondiente, y una banda sonora que se deja escuchar con gusto cuando es necesitada.
Sorprendió a todos ganando el Oscar a Mejor Película Extranjera, la segunda cinta argentina en ganar el premio después de La historia oficial.
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Fuente: IMDb
Cartel: Demasiado cine